Descripción
La manteca de corojo proviene de la palma africana y es la manteca que consumen los santos.
Pertenece a todos los Orishas, menos a Obatalá (por su condición de pureza, se le reemplaza por manteca de cacao), Oshún y Yemayá. Cuando Shangó está enojado con uno de sus hijos, para que se aplaque y le perdone, se bañan sus otanes y los caracoles en manteca de corojo y miel de abeja.
La manteca de corojo es un elemento de gran importancia en el culto a los Orishas, quienes continuamente la reclaman para su aseo y bienestar.
Eleggua, Oggún, Oshosí, Shangó, Babalú Ayé y Oyá, se tienen siempre untados de manteca de corojo.